Blog de la escritora Marilyn Estévez


Soy la que soy y no pretendo ser otra. Cuanto he hecho hasta hoy ha sido siempre con la idea de hacer el bien y ser mejor cada día. Escribo desde que recuerdo, porque las ideas llegan en cualquier momento de la jornada donde me encuentre, lo mismo da una parada de ómnibus, que en espera de la metro; basta un segundo en que esté a solas conmigo misma; las palabras me rodean, me incitan, y ya no puedo hacer otra cosa que coger un papel y dejar que renazcan, fluyan, párrafos e historias que después les cuento en espera que les guste y me hagan llegar sus comentarios de alguna forma. Amo la sinceridad y a los amigos. Amo a quien es generoso y a quien no maltrata a los animales.
He creado este nuevo blog con la idea de no alejarme nunca más, mientras Dios lo quiera. Aquí contaré mis vivencias, secretos, mis sueños y de lo que escribo.
A todos espero les guste.


Miles de saludos desde un pedacito de mi mundo.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Especulación en La Habana


Desde hace algunos meses, mejor dicho, desde que se legalizó la compra y venta de casas en Cuba estoy sintiendo ciertos precios que te dejan sin respiración. Digo así para no decir que: te dejan con ganas de gritarles a los vendedores: ¿Pero en cuál país tu vives?

Que si 30 000, que si 80 000, que si 220 000 para los más soñadores (vendedores) solo porque vive en el Vedado. En el Vedado si, pero sin ascensor, y si hay ascensor recuérdate que en Cuba siempre se va la luz, o que si se rompe el ascensor te toca subir 10 pisos a pie...

En una Habana que cae a pedazos, donde nada es seguro... ¿qué les pasa por la cabeza a la gente de la isla grande?

¿Por qué no acaban de entender que a más de veinte mil no podrán vender? ¿Es que acaso siguen soñando que algún extranjero llegará caído de la luna (de otro lado no puede venir) y les comprará a esos precios? Lástima que los cubanos de la isla no tienen acceso a Internet, de lo contrario comprenderían de una vez que fuera de Cuba la gente está muy bien informada y que ningún extranjero con al menos dos dedos de frente puede estar interesado en comprar en un país donde los derechos a la propiedad no están seguros. Quienes compran son los propios cubanos que viven en el exterior y que trabajan bien duro para ganarse un dinerito  y que por supuesto no están dispuestos a perder sus ahorros que con tanto sacrificio han reunido. Por lo que, cubanitos vendedores, bajen esos precios si quieren vender en serio.

Saludos.

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