Y finalmente
has llegado.
Buenos días,
Tristeza.
Entra,
siéntate, acomódate.
Parece que
una vez al mes tenemos una cita pendiente tú y yo, los de siempre.
Esta vez sé
que te quedarás por mucho tiempo.
y sé que será
inútil que intente dormir por horas y horas,
esperando que
el despertar se haya ido el sabor amargo de tu compañía.
Tal vez sea
mejor que te pregunte:
¿Cómo estás
Tristeza?
¿Me has
echado de menos?.
Yo no tanto. No lo tomes a mal, pero
entra,
siéntate, dale, no seas tímida
Y quédate,
cuanto
desees.
No hay comentarios:
Publicar un comentario