Mi casa está llena de puertas.
Hay veces en que deseado deshacerme de ellas.
La verdad es que son demasiadas puertas.
En mi casa puedo perderme y sé que nadie podría encontrarme porque claro está que nadie conoce mejor que yo mi casa, y como tiene tantas puertas la llamo "La casa de las mil puertas."
Cada puerta va hacia un lugar diferente, es un laberinto de pasillos.
Mi casa tiene cientos de pasillos y de cuartos ventilados uno tras otro, verticales, paralelos, curvados, amplios y largos corredizos. A veces quisiera deshacerme de ellos por fríos en invierno; pero el fresco del verano me hacen olvidar el pasado reciente.
A veces pienso que me habla y que me ama como yo la amo, porque nadie podría amar mejor que yo mi casa-
La gente, amigos incluidos, a la primera impresión tratan de escapar de allí y es casi difícil que vuelva a verlos.
Hasta el hombre que viene a controlar el gas se cuida de mi casa, o tal vez es una impresión mía, pero he controlado que el evento se repite y se repite, la gente se impresiona cuando entra en mi casa por primera vez, necesitan semanas para recuperarse del asombro y meses para volver a tocar el timbre y por consiguiente volver a entrar en mi casa.
Mi casa es antigua, colonial, fría, fresca, silenciosa, misteriosa... impresionante..., pero sobre todas las cosas mi casa es mi casa y tiene mil puertas y no sé qué hacer con ellas.
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