Blog de la escritora Marilyn Estévez


Soy la que soy y no pretendo ser otra. Cuanto he hecho hasta hoy ha sido siempre con la idea de hacer el bien y ser mejor cada día. Escribo desde que recuerdo, porque las ideas llegan en cualquier momento de la jornada donde me encuentre, lo mismo da una parada de ómnibus, que en espera de la metro; basta un segundo en que esté a solas conmigo misma; las palabras me rodean, me incitan, y ya no puedo hacer otra cosa que coger un papel y dejar que renazcan, fluyan, párrafos e historias que después les cuento en espera que les guste y me hagan llegar sus comentarios de alguna forma. Amo la sinceridad y a los amigos. Amo a quien es generoso y a quien no maltrata a los animales.
He creado este nuevo blog con la idea de no alejarme nunca más, mientras Dios lo quiera. Aquí contaré mis vivencias, secretos, mis sueños y de lo que escribo.
A todos espero les guste.


Miles de saludos desde un pedacito de mi mundo.

miércoles, 19 de junio de 2013

El día que llegará


Que extraño todo esto. Un día despiertas y te das cuenta que nada está como debe estar. Tu vida no es la misma del día antes. Algo ha cambiado, todo ha cambiado. Ayer estabas feliz y contenta riendo con tus colegas de trabajo. Hoy no tienes trabajo, lo has perdido y no sabes darte una razón, no sabes los motivos del por qué tu jefe te ha dado la espalda, te ha cerrado el contrato. Eres una desocupada. Es algo horrible para ti acostumbrada a coger el metro seis días a la semana, siempre a la misma hora, caminar esas poquitas cuadras que te llevaban hacia ese lugar tan conocido que era tu centro de trabajo. Estás mal, muy mal ahora. Porque ahora parece que ya nada tiene sentido y no lo tiene en serio porque no comprendes por qué te está sucediendo esto a ti, ¿por qué a ti?, te preguntas. Y caminas de un lado a otro de esta ciudad en busca de otra colocación y encuentras solo puertas cerradas, y quisieras llorar pero sabes que llorar a nada sirve, pero en tanto en casa te esperan las boletas que debes pagar, y el mutuo. Por eso te sientas en un banco y pides a Dios que te ayude, tú que pocas veces vas a la iglesia, pero le pides a Dios porque sabes que debe escucharte, y alzas la cabeza y te levantas y sigues buscando ya sin pena a preguntar si te asumen en un nuevo trabajo porque algún día este nuevo trabajo debe llegar.

No hay comentarios: